La pregunta reveladora
Una de las preguntas que más me han hecho reflexionar a lo largo de la vida ha supuesto un punto de inflexión en cómo me tomaba las cosas y me relacionaba con algunas personas.
¿Cuánto poder estás dispuesta a dar al otro?
Esta pregunta, que puede parecer un tanto abstracta, encierra en sí misma una seria de revelaciones que pueden ayudarte a cambiar el modo de ver y vivir ciertas situaciones.
Hay personas que necesitan relacionarse desde el poder, no necesariamente jerárquico, que fruto de sus propias inseguridades o frustraciones ejercen sobre los demás. Dichas personas tienen una necesidad, a menudo inconsciente, de tener el control de la situación (esto te incluye a ti) y para ello necesitan que tu seas vulnerable. Y ¿qué mejor manera de conseguir que el otro sea vulnerable que quitándole su poder interior?
Pero en un juego de dos, ambos tienen parte de responsabilidad. Aquellas personas que ceden su poder interior a menudo tienen una necesidad inconsciente de buscar la aprobación y validación en los demás.
Así que, el conflicto está servido: si uno necesita ejercer poder sobre el otro para sentirse seguro, y el otro necesita la constante aprobación, ya os podéis imaginar el desequilibrio y malestar que dicha relación causará.
Hay que tener en cuenta que cuando cedemos nuestro poder al otro no solo nos desequilibramos emocional, mental y fisiológicamente, sino que perdemos nuestro centro interior. Acabamos poniendo la opinión por delante del otro dándole más valor al otro que a nosotros mismos. Permitiendo que esto sucede ocurre algo muy simple: le doy al poder al otro para que decida como debo sentirme. Y como el otro necesita sentirse fuerte a través de mi vulnerabilidad, el sufrimiento está garantizado.
La próxima vez que te relaciones con alguien que sientes que te desequilibra emocionalmente pregúntate lo siguiente:
- ¿Cuánto poder le estoy dando al otro sobre mi bienestar?
- ¿Qué estoy haciendo que hace que esta persona tenga tanto poder para desequilibrarme?
- ¿Qué debo dejar de hacer?
- Y ¿qué debo empezar a hacer?
Así que ya sabes, si tienes la necesidad empoderarte, recuperar tu seguridad y fortaleza interna cuestiónate cuánto poder estás dispuesta a dar a los otros. Porque a mayor poder, menor bienestar.
Si tienes alguna consulta sobre el caso de tu organización en particular, ponte en contacto conmigo para explicarme la situación y qué quieres conseguir. Conjuntamente analizaremos la idoneidad de invertir en esta solución para tu organización. Y en caso que no se ajuste a las necesidades te animaré a buscar otras soluciones, incluso con otros proveedores. Porque lo importante es que puedas dar respuesta a una necesidad real con soluciones reales.
Foto: www.gratisography.com
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