La mayoría de líderes saben cómo abordar una incidencia en su organización inspirando seguridad y confianza en su equipo. Para ello cuentan con su gran experiencia, conocimiento y protocolos. No obstante, ante esta crisis de gran escala tan llena de incertidumbres seguramente gran parte de dichas estrategias no serán del todo suficientes. Inspirar seguridad y confianza al equipo se convierte en uno de los mayores retos del líder, por lo que su papel tomará mayor relevancia que nunca.
Pero ¿qué necesitan los colaboradores de sus líderes en estos momentos?
Difícilmente los líderes habrán podido prever esta crisis para implementar un plan de acción con agilidad. Habrán tenido que adaptarse a las circunstancias a medida que obtenían más información. Y ante una situación sin precedentes como ésta la mayoría de colaboradores seguramente habrán podido entenderlo. No obstante, lo que querrán ver en sus líderes es una serie de actitudes que serán las que les haga sentir que están en buenas manos.
Así pues, ¿en qué actitudes deben centrarse los líderes para inspirar dicha confianza en sus equipos?
TEMPLANZA Y CALMA:
Lo peor que puede hacer un@ líder en estas circunstancias es estresarse y transmitir su estrés al equipo. Sus reacciones emocionales aumentarán la sensación de angustia, lo que no ayudará a sacar lo mejor de cada uno para la toma de decisiones y gestión adecuadas.
El/la líder debe transmitir calma y templanza conscientemente en todo momento, manteniendo un equilibrio mental y emocional, distanciándose emocionalmente de la crisis y sus impactos para poder evaluar la situación, y decidir con claridad qué dirección tomar.
COMUNICACIÓN TRANSPARENTE:
Para comunicar adecuadamente en una crisis, un@ líder necesita un equilibrio entre ego y humildad. Si predomina el ego, los mensajes son demasiado optimistas, se muestra demasiada autoconfianza transmitiendo que todo está bajo control, lo que a menudo genera un efecto contrario de falta de credibilidad. Por el contrario, si predomina la humildad, la falta de determinación, decisión y acción generará una sensación de inseguridad que los líderes no saben cómo abordar la situación. Por lo tanto, un equilibrio entre ambos será necesario.
La comunicación debe ser relevante, sincera, transparente y frecuente. Un@ líder debe escuchar cuáles son las preocupaciones reales de su equipo y dar respuesta a las mismas, siendo claros en lo que sí saben, lo que no saben, y qué acciones están llevando a cabo para dar respuesta a lo que no sabemos. Para ello será necesario hacer seguimiento, revisar, redefinir y comunicar las acciones a medida que se tiene más información.
Así mismo un@ líder deberá transmitir claramente cuáles son los retos que la organización está afrontando con esta crisis. Intentar aparentar en una situación de tanta incertidumbre que tenemos todo bajo control y que tenemos respuesta para todo, cuando los acontecimientos luego demuestran que no es así, a la larga nos jugará en contra y hará que perdamos toda credibilidad como líderes, a la vez que nos dificultará fomentar la cohesión del equipo cuando se entre en el período de recuperación.
EMPATÍA Y GARANTÍA DE SEGURIDAD PSICOLÓGICA:
No nos engañemos, cuando nos dimos cuenta de lo que se nos venía encima, lo primero que le preocupó al equipo no fue si el pedido le llegaría al cliente, o si podría acabar las tareas, sino cómo esta crisis nos afectaría a nosotros y a nuestros seres queridos, si nos contagiaríamos y enfermaríamos, qué impacto tendría, si perderíamos el trabajo, y cómo lo afrontaríamos. No es que esto nos haga menos profesionales, ni mucho menos, es simplemente que nuestra naturaleza humana prioriza la supervivencia ante una situación de crisis.
En esta situación el equipo necesita un liderazgo humano, capaz de acompañar emocionalmente, mostrando empatía por las preocupaciones y angustias del equipo, así como garantizando un espacio seguro donde el equipo pueda expresarse sin miedo a represalias o estigmatizaciones. Esto es especialmente importante si eres el tipo de líder que ante todo prioriza los resultados. Si el equipo está sumido en la angustia, ello tendrá un impacto enorme no solo en su bienestar, también en su rendimiento y resultados.
INSPIRACIÓN: UN MISMO PROPÓSITO, UN SENTIDO:
Cuando las aguas vuelvan a su cauce, o quizás a otro cauce, muchas cosas habrán cambiado. Algunos compañer@s habrán enfermado o no volverán, otros habrán perdido algún ser querido, muchas organizaciones (clientes o proveedores) se habrán perdido por el camino y otras tendrán muchas incertidumbres por un tiempo… Sin embargo, algo nos unirá también, nuestra colaboración conjunta en el confinamiento para garantizar la salud de tod@s, la solidaridad, la resiliencia que como humanos estamos descubriendo que tenemos y la oportunidad de reinventarnos o aprender de esta crisis.
Cuando el agua vuelva al cauce al que tenga que volver, l@s líderes tendrán un papel fundamental. Si la comunicación ha sido transparente y clara en relación a los retos que la organización afronta, el rol del/la líder pasará a ser el de inspirar al equipo transmitiendo una esperanza realista de que colectiva y conjuntamente se pueden afrontar dichos retos, uniéndolo hacia un propósito común, dando un sentido a lo que hacemos en la organización, recordando que el trabajo de todos y cada un@ es importante, y que tod@s podemos ser parte y contribuir a la recuperación con nuestro esfuerzo colectivo. Para ello el empoderamiento del propio equipo será fundamental. A mayor autogobierno y empoderamiento del equipo, mayor fortaleza para afrontar dichos retos. (Puedes leer más sobre la autonomía del equipo en este post que escribí hace un tiempo https://factoroh.com/blog/articulos/equipos-alto-rendimiento/sin-empoderamiento-no-hay-equipo-de-alto-rendimiento/)
Os animo a reflexionar sobre esto con vuestro equipo desde la seguridad psicológica cuando podáis volver a reuniros. No hay duda de que esta es una gran oportunidad para que las organizaciones y sus equipos puedan comprender mejor tanto sus fortalezas como sus áreas de mejora.Y si sois un equipo que todavía no ha cultivado la seguridad psicológica para compartir a este nivel, quizás este pueda ser un buen momento para empezar. La unión que se puede generar marcará la diferencia, y un antes y un después en vuestro andar.
NOTA IMPORTANTE:
Generar este tipo de conversaciones transformadoras requiere cierta experiencia en acompañar emocionalmente al equipo. Si como líder sientes que no tienes las herramientas para facilitar esta conversación en el equipo, no pasa nada, pide ayuda. Esta situación es excepcional para tod@s. Quizás algún/a compañer@ pueda ayudarte, quizás alguien en tu equipo tenga un talento natural para esto y podáis hacerlo conjuntamente o quizás puedas pedir ayuda profesional externa que te asesore cómo dinamizarlo.
Sea como sea, sinceramente creo que es una gran oportunidad para generar un contexto de confianza en el equipo y en la organización, desde donde conjuntamente entre tod@s podáis contribuir a la recuperación.
Si tienes alguna consulta sobre el caso de tu organización en particular, ponte en contacto conmigo para explicarme la situación y qué quieres conseguir. Conjuntamente analizaremos la idoneidad de invertir en esta solución para tu organización. Y en caso que no se ajuste a las necesidades te animaré a buscar otras soluciones, incluso con otros proveedores. Porque lo importante es que puedas dar respuesta a una necesidad real con soluciones reales.
Foto: www.gratisography.com
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