La práctica del mindfulness te cambia el cerebro
Todavía hoy, hay organizaciones recelosas de implementar algunas prácticas para desarrollar la inteligencia emocional, tales como el mindfulness (capacidad de atención plena y consciente aquí y ahora).Al ser una práctica de origen budista muchas personas le otorgan un significado “espiritual” y por ello carente de razonamiento científico. Sin embargo, cada vez más son los estudios científicos que demuestran que la práctica regular del mindfulness aporta numerosos beneficios tanto a organizaciones como a sus profesionales.
Los estudios científicos de la British Columbia University y la Chemitz University of Technology, después de revisar los datos de más de 20 estudios, han sido capaces de determinan qué áreas del cerebro muestran mayor actividad por la práctica del mindfulness, y que tienen una relevancia especial.
Los estudios científicos de la British Columbia University y la Chemitz University of Technology, después de revisar los datos de más de 20 estudios, han sido capaces de determinan qué áreas del cerebro muestran mayor actividad por la práctica del mindfulness, y que tienen una relevancia especial.
Corteza Anterior Cingular:
Todo profesional debe desarrollar la capacidad de la autoregulación, es decir de dirigir la propia atención y comportamientos, así como eliminar las respuestas impulsivas inadecuadas, y aumentar la flexibilidad en el cambio de estrategias, favoreciendo a resolución de problemas óptimos en función de las situaciones. La práctica del mindfulness muestra precisamente una mayor actividad en la Corteza Anterior Cingular,región del cerebro especialmente importante en estas funciones para afrontar la incertidumbre en contextos de cambios rápidos, una competencia especialmente importante hoy en día.
Hipocampo:
Otra área que coge especial relevancia con la práctica del mindfulness es el Hipocampo, parte del sistema límbico relacionado con la memoria y el aprendizaje en función de la experiencia emocional, y que muestra mayores cantidades de materia gris y mayor tamaño cuando se practica con regularidad. Dicha región está cubierta de receptores para el cortisol, hormonas del estrés, y los estudios demuestran que puede ser dañada por el estrés crónico, por lo que esta parte del cerebro es de gran importancia para la resiliencia, otra capacidad imprescindible en los contextos de alta exigencia profesional.
Hormonas y neurotransmisores:
Además, los estudios demuestran que practicar el mindfulness aumenta la segregación de dopamina que favorece la motivación y consecución de objetivos, la melatonina que favorece el sueño y estimula el sistema inmune, la seretonina responsable de mantener en equilibrio nuestro estado de ánimo contribuyendo al bienestar, felicidad y la disminución de la ansiedad, así como reduce la norepinefrina y el cortisol que inhibe el sistema inmune en situaciones de estrés crónico.
Otras ventajas de la práctica del Mindfulness:
Más allá de ver el mindfulness meramente como una práctica de espiritualidad, que es una decisión muy personal, integrarlo en nuestro día a día nos aporta muchas otras ventajas tales como:
- Nos es más fácil concentrarnos y mantener el foco, así como prestar atención, en vez de funcionar con el piloto automático.
- Somos más capaces de identificar oportunidades y obstáculos cuando se presentan, y tener una mayor claridad.
- Aumentamos nuestra productividad y se nos despierta más la creatividad para la búsqueda de soluciones.
- Gestionamos mejor el estrés, sabiendo mantener la calma en momentos cruciales.
Por lo que la práctica del mindfulness ya no es algo que “estaría bien hacer”, sino un imprescindible que cualquier profesional que se precie de querer mejorar su rendimiento debería de practicar.
¿Cómo saber si necesitas practicar el mindfulness o alguna técnica similar?
Dime, honestamente, ¿cuándo estás en una reunión tu mente en ocasiones desconecta, pierde el hilo y se centra en otros pensamientos, quizás en la próxima reunión, el informe que tienes que entregar, la lista de la compra, un mensaje de texto que acaba de llegar…? Es mucho más común de lo que te imaginas. Desgraciadamente es también causa de muchos malos entendidos y también de un tiempo mal invertido.
¿O a menudo sientes que las tareas te abruman con el poco tiempo que tienes para hacerlas y te cuesta concentrarte y centrarte en ellas?
Estas son pequeñas alarmas que nos indican la necesidad de entrenar nuestra mente a mantener la calma y el foco en el aquí y ahora.
Técnicas de micro mindfulness:
Como dice el proverbio hindú “Deberías de practicar mindfulness 20 minutos al día. A no ser que estés demasiado ocupado, en cuyo caso deberías practicarlo durante una hora”
No obstante, no siempre disponemos de este tiempo, aunque sinceramente en la mayoría de casos es cuestión de buscarlo y proponérselo. Pero si eres de los que tu logística está realmente complicada, aquí tienes la sugerencia de unos pequeños ejercicios que puedes practicar cada día, en cualquier lugar y momento entre 1-3 minutos:
- Para + Respira hondo + Piensa + Actúa: Practícalo cada vez que vayas a cambiar de tarea. Te ayudará a centrarte en lo que es importante, a hacer limpieza mental de la tarea anterior y predisponerte a poner el foco en la nueva tarea.
- Atención en tu respiración: Cuando sientas que te estás estresando o agitando con demasiadas cosas que hacer y con poco tiempo, pon atención en tu respiración. ¿Es una respiración profunda o superficial? ¿Rápida y agitada o más lenta de lo habitual? ¿Es una respiración relajada o contenida con tensión en el estómago o espalda? Identifica primero qué tipo de respiración estás haciendo. El próximo paso es practicar la respiración abdominal de manera más lenta y profunda de lo habitual. Al inhalar el abdomen se hincha y al exhalar se deshincha.
- 5 + 5 + 5 +5: Otro ejercicio de respiración que puedes hacer es el siguiente: Inhala durante 5 segundos, para la respiración durante 5 segundos, exhala durante 5 segundos, para la respiración durante 5 segundos y así sucesivamente. Debe ser una respiración fácil, si 5 segundos es demasiado forzado, bájalo a 4 o 3 segundos. Este es uno de mis preferidos, altamente eficaz.
- Escucha continua – aquí y ahora: En la próxima reunión intenta solo escuchar durante unos minutos. No pienses en tus argumentos, no te defiendas, no juzgues, no desconectes, simplemente centra tu atención en escuchar al otro. ¡Es más difícil de lo que parece! Cuando notes que tu mente se va, simplemente vuelve a poner atención en escuchar las palabras del otro. Puede que tengas que volver a centrarte en el otro varias veces en una misma reunión. Es muy común, de hecho, no nos damos cuenta lo mucho que nuestra mente se va.
Cualquier práctica que requiera estar atento a lo que haces aquí y ahora te servirá, ya sea preparándote un té, imprimiendo un informe etc. Para practicar realiza cada acción centrando tu mente y enfocándote solamente en esa acción.
Puedes ponerte recordatorios para practicar estas técnicas de micro mindfulness, y practícalas tantas veces como te sea posible hasta que se convierta en un hábito. En cuanto se convierta en hábito empezarás a notar sus beneficios.
¡Buena práctica!
Y recuerda, no lo intentes, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes 🙂
Foto: www.pixabay.com
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